martes, 25 de junio de 2013

Volvamos

Que triste es hipotecar hoy en dia nuestras noches al sonido de un móvil y no al de un timbre. Que duro es leer cartas sobre un formato duro que no puedes arrugar y tirar a la papelera cuando lo que te digan te reviente el pecho. Que fácil decir adiós estando separados por tantos kilómetros...
Que jodido es recuperar viejas modas a la hora de vestir y no para enamorar, que desperdicio olvidarnos de la magia de esperar cada noche un grito que se cuele por tu ventana...
Que mala costumbre usar ramos solo para recordar a los que ya no están y no para los que quieres que se queden el resto de tu vida. Que fea manía de apartar lo bueno por lo bonito, lo fiel por lo fugaz, lo perenne por lo caduco...
Que pena no poder volver atrás para conquistarte de nuevo, de la misma manera, con la misma estrategia que no era otra que hacerte recordar cada mañana que eras la reina que necesitaba mi monarquía...

martes, 18 de junio de 2013

Cartas

"Sé que no podría convencerte de que te quedes a mi lado, no sirvo para venderme. Sé vender zapatillas, me gusta vender zapatillas. Pero no me gusta venderme a mi. Se me da mal vender algo que sé que tiene desperfectos y que tarde o temprano puede fallar. Se me nota en la cara cuando hablo sobre algo que no tiene visos de ser lo ideal. Quizá sea porque no soy el chico modelo que todas buscan. Ni músculos, ni estudios ni cartera llena. Más allá de lo material, lo del fondo me preocupa más. Las inseguridades de no ser capaz de cualquier cosa que tenga que ver con tu puta sonrisa, con tu jodida felicidad. Y me achanto yo mismo. Yo solito. Como el imbécil que se tropieza con sus pies cuando sale corriendo. 

Ese soy yo. El estúpido que sería feliz con mirarte a los ojos 5 minutos al día a golpe de volante y carretera en lugar de alas y cielo..."

Y ahi es cuando te das cuenta de que hay cartas que no debe ser enviadas.. Que por el bien de los dos deben quedarse guardadas en un cajón del que no puedan salir jamás. Cartas de las cuales solo pueden leerse fragmentos para no reventar en mil pedazos el pecho del que la lee.

Es ahi cuando todo empieza a tener sentido... Y yo a perderlo.

Ambiciones

Mis ambiciones hoy por hoy no pueden medirse por euros, ni por metros cuadrados, ni por centimetros de melena bajo mis sábanas. Mi única ambición hoy por hoy es la de fotografiar al del espejo y ser mejor de lo que era ayer. No más guapo, no más rico, no más afortunado. Mejor. No sé si me explico.
Ser mejor desde que saco un pie del colchón donde forjo mis sueños hasta que lo vuelvo a introducir después de haberlos cumplido.
La mejor forma de conseguir los sueños es ir poniéndote metas fácilmente alcanzables cada día. Sí. Sonreir más, y mejor. Hacer reir más, y mejor. Ayudar más, y mejor. Si te pones un gran objetivo y te olvidas de los pasos que ir cumpliendo cada día te desmotivarás al empezar y seguir en el mismo sitio. Mi ambición no se trata de competir con el de al lado, sino de competir con el que tengo dentro.
Y creo que es la mejor forma de crecer. ¿Cómo vas a luchar y compararte con alguien que no ha dado los pasos que has dado tú? Sería injusto. Para ti y para el otro individuo. Lucha contigo mismo, sé mejor persona, mejor amigo, mejor hermano, mejor de lo que eras ayer.. En todo.
Pero si algún día tienes que dar un paso atrás para aprender un poco más, no tengas miedo. Es bueno corregirse a uno mismo.
Y ya, no tengo más ambiciones. Llámenme conformista, aburrido o cualquier otro adjetivo que a ustedes les apetezca pero, como sé que ninguna otra persona podría llevar mi vida como la llevo yo, esta es la ambición más grande que podré tener toda la vida.