martes, 28 de octubre de 2014

Pretérito

Como un déjavu
en una de esas noches frías
de Madrid.

Como un flashback
en formato podcast
de tu viejo móvil.

O una foto de carnet
en mi cartera.

Eso eres tú, amor.


Una foto en blanco y negro
de aquel álbum
que llenaron manos
que ahora perecen frías
en algún lugar,
queriendo abrazarnos.


Eres la talla 38 de un pantalón,
o el antiguo casete del cajón.

La bicicleta del desván,
o el edredón del altillo.


Eres eso que un día llegó
y sin saber ni como ni cuando,
se marchó.


Todo tiene su tiempo,
y tú, corazón,
ya eres pretérito.

sábado, 25 de octubre de 2014

Me voy

Unos shorts tan cortos como nuestras conversaciones y un brasier intentando escapar de tu blusa.

Respiro, enlazas veinte palabras seguidas y aparecen unos cuantos mitos riendo a carcajadas tras de ti.

Me voy, nunca fui de fachadas que te dejaran a medias al abrir las puertas y enseñen un hall tan pobre
como el mendigo que pide dos monedas para saciar todo menos el hambre. 

Me voy a buscar portales en los que follar sin entrar para no quererme quedar.

Buscaré ventanas a las que lanzar piedras cuando quiera acaparar la mirada de algunas piernas desvestidas.


Preparadas para correr todo menos distancias.


Encontraré excusas para no dormir entre sábanas enemigas que me corten las alas y precisen mi piel cada mañana.


Te veré en otros tiempos, cuando tu melena te deje sentir mi respiración mientras te agarro fuerte la cintura y ahogo el poco oxígeno que, por ley física, siempre habrá entre tú y yo.

Te querré, quizá, cuando comience a odiarme a mi mismo.

viernes, 24 de octubre de 2014

Trescientas historias de sábanas desechables y unos cuantos músculos mal repartidos tocando tu cuerpo cada madrugada, sin el de después.
Nunca se quedaba nadie después.

Te faltaban abrigos por las noches y compañía cuando las calles se oscurecían demasiado para unas curvas como las tuyas.

Te regodeabas en tus noches rápidas, yo lo sé. 

En los polvos que echabas, porque hasta en eso eras orgullosa. A ti no te follaban, eras tú la que llevaba las riendas, siempre.
Menos conmigo, conmigo ninguno de los dos las llevábamos.
Trescientas noches y unos cuantos kilómetros cúbicos de lágrimas que ninguno sabia paliar.
Secarlas sabemos todos, provocar que unos ojos verdes como el champán dejen de expulsarlas es más complicado.


Tú eras complicada.


Te destrozaste queriendo llegar al cielo, ignorando la imposibilidad de hacerlo sin la ayuda de unas manos que te sostengan en caso de caída.
Y caíste.
Y te doliste.
Y lo peor, me doliste.
Te quería cuidar.
Y cuidarme.
Y que me cuidaras.
Sobre todo que me cuidaras.

Hiciste desaparecer las piedras de los jardines y chapaste todas las ventanas a las que pudiera salir corriendo.
Y todo eso sin moverte de mi lado.



Ahora si se quedaba alguien después.


Justo cuando ya no estabas tú.

miércoles, 22 de octubre de 2014

Bajito

Con lo divertido que es declararse sin que nadie lo entienda,
sin que nadie sepa que mierda está gestándose dentro de ti,
sin que nadie pueda adivinar que pasa por tu cabeza.

Y la gente queriendo gritarlo a los cuatro vientos.

Queda más bonito si solo abarca su oído,
si el eco del sentimiento no pasa de su cuello
para que se quede ahí,
erizándole la piel.

Con lo divertido que es hacerle enfadar
y que te pregunte si piensas parar.

Nadie deja de beber cuando encuentra un manantial, corazón...

miércoles, 15 de octubre de 2014

Madrid

Madrid nunca muere cuando cae la noche, incluso me cuesta creer que duerma. Es imposible conciliar el sueño con tanto bullicio a nuestro alrededor. 

Ni con tanto silencio lleno de historias. 

Como la de ese taxista que trabaja 18 horas diarias para que sus niñas vayan a la escuela, o la de esa madre que se tira otras tantas en un albergue dando cobijo a los que no tienen un techo. 

Sé que muchos les llaman "los más necesitados", pero yo no los veo asi. Te aseguro que ellos encuentran la felicidad mucho más rápido que nosotros. 

Madrid es incapaz de descansar y se encarga de que nosotros también estemos alerta, para crecer, para aprender. 


Para querernos.  


Para encontrarnos. 


Yo hoy tampoco he sido capaz de dormir, y la entiendo. La comprendo. 

Quizá porque me voy. 

Quizá porque Madrid me parece más bonita cuando la abandono. 

martes, 14 de octubre de 2014

Me vale

Me vale quererte en silencio,
sin alardear de albergar,
aqui dentro,
este sentimiento que tiene tu sonrisa por firma.

Me vale con que me dejes respirarte,
en la nuca,
o más abajo.
Y que me dejes jugar a oscuras
con tus desniveles.

Me valen tus tópicos sobre los hombres,
tan básicos,
tan planos,
tan escasos.

(Hablo de nosotros, chicos)

Todo lo que tenga que ver
con tu puta existencia.

Con tu maldita manía
de enamorarme sin querer,
o queriendo(me).
Para verme de rodillas suplicarte.

(Por aquello de los tópicos)

Me vales por todas esas noches,
las que pasé en el balcón,
mirando como fumaban otras
esperando que tocaras el timbre
y me rompieras los huesos.

Me vales.

Por todo el tiempo que no te busqué.

domingo, 12 de octubre de 2014

L/M

Dile a Madrid que me cuide el otoño,
que habrá hojas de sobra por el suelo
para cubrirlo del frío
y que no le empape la lluvia.


Dile a Lanzarote que guarde el verano,
y que me preste un tarro de sol
para cuando las nubes no me dejen verlo.
Por eso de no olvidarme de él, 
y por probar, de nuevo, 
lo amargo del masoquismo.


Dile a octubre que no traiga recuerdos,
que se quede su nostalgia,
sus bohemios amaneceres,
pero que no se lleve el eco de su voz.

Que no borre el número dieciséis de su calendario,
que aunque me faltes,
siempre supiste quedarte.


Dile al invierno que tarde en llegar,
que esta vez,
en mi navidad,
no nevará.

Dile al número quince que no me abra el portal,
que no subiré a su cuarto piso,
que detrás de la séptima puerta
ya no se esconde ningún tesoro.


Dile a Lanzarote que pronto volveré a bailar,
aunque no sepa,
aunque le pise los pies al mar,
aunque no siga el compás.

Dile que pronto,
muy pronto,
volveré a empaparme de sal.