martes, 20 de octubre de 2015

Querer a ratos

Hoy has llegado tarde a mi abrazo
y me has sabido dolido.
Enfadado.
Desilusionado.
Me dices que te tengo
pero, cariño,
yo no te veo.
No te siento.
No te adivino.

Te explico que yo no quiero poseerte.
Que yo lo que quiero es sentirte
y para eso, amor, no hace falta manchar las sábanas.

Te esgrimo la razón de mi desdén,
que solo abrazas
cuando eres tú la que se enfría por dentro.

Que a ti te cuesta quererte,
y a mi me quieres a ratos.

Y yo te quiero 24/7,
aunque mal,
torpe,
o desacertado.
Pero to'l rato.

Dibujo el hastío en mi mirada
y te percatas de la tormenta
que provoca.

Tu silencio alimenta mi adiós
y te susurro de lejos
que querer a ratos,
corazón,
es una indecencia emocional.

jueves, 1 de octubre de 2015

Regando

Me hablas de la inseguridad de tus manos,
del pánico de tu corazón a apostar en vano.
Me cuentas que aquellos que un día te amaron
te dejaron rota en aquel arcén frío y abandonado.
Que ellos no supieron,
ni valoraron.

Te cojo de la mano,
yo también tengo miedo,
terror a que tu risa desaparezca de mis mañanas.
Pánico a que otros brazos sean más fuertes que los míos
y te sostengan mejor el corazón.
Créeme, le tengo pavor a provocar el adiós de tus labios.

No se trata de promesas que no podamos cumplir, se trata de lo que queramos vivir.

Y yo quiero vivirlo todo. Contigo. Ahora. 


Y si nos dolemos, será porque nos habremos querido.