domingo, 25 de septiembre de 2016

Roja

Esto no es una historia de amor.

Pero, ¿no les pasa?

De pronto se planta una melena roja,
rizada,
como una metáfora.

Me da vueltas la vida.

Y el pecho.

(Que, para ser francos, es lo mismo).

Dice tener fe en mi piel
y que mis ojos brillan.
Brillan mucho.
Por eso de la herencia materna, me dice.
¿Cómo le explico que brillan porque es ella la que fija su mirada en la mía?

Me dice que ser cobarde e impuntual suele ser siempre lo mismo.

¿Cómo le digo que tengo miedo a llegar antes de que ella coja ese avión a la otra punta del país?

Esto no es una historia de amor,
solo es alguien
que le escribe
a esa melena roja.

Y que, en un silencio atronador, sueña con que esos rizos
se conviertan
en la montaña
rusa
de
su
vida.

viernes, 2 de septiembre de 2016

La noche

Te diría que vinieras esta noche,
que te pusieras guapa.
Que no emplearas más de cinco minutos en ello,
que la piel libre de teatro es el más bonito de tus trajes.

Te diría que me cogieras la mano,
que no mires al suelo.
Hoy vamos a ser valientes.
Voy a fiarme de ti,
vas a fiarte de mí.
Y las piedras se apartarán de nuestro paseo calmoso sobre la orilla.

Te diría que me besaras esta noche,
como si no hubiesen más noches.
Por si la mañana de mañana deja de ser.
Y a dejar de ser me refiero a que tú no estés.

Te diría que vinieras esta noche,
que me abrazaras fuerte.
Como lo hiciste aquella noche,
que fue esa noche,
justo esa,
en la que uniste todos mis pedazos.

Y me hiciste comprender que yo nunca fui tanto,
tan yo,
hasta que tú brotaste.
Como brotan las flores más bonitas de los jardines;

Eclipsándolo todo.