jueves, 16 de mayo de 2019

Feliz cumpleaños

Apriétate los machos, chaval.
Que sigues cumpliendo años, provocando daños, directos y colaterales.
Que esto ya no es como pensabas cuando cumpliste diez, que ella no está y a él ya no lo esperas.
Aprieta los puños,
el corazón,
los dientes,
aprende a sangrar porque vas a seguir perdiendo cosas.
Y cuando digo cosas me refiero a vida con cada despedida.
Procura, por lo menos, tenerlas.
Porque ya sabes lo duro que es no poder hacerlo.

Suelta lastre, tienes fijación por elegir caminos a contracorriente, y no te conviene exceso de equipaje.

Dosifica tu tiempo y elige bien con quien lo compartes. Ya sabes que algunos corazones no entienden la suerte que supone que los elijas a ellos.

Y sigue firme, chaval. Porque sigues cumpliendo años y metas, porque sigues fiel a ti mismo a pesar de que eso signifique andar en soledad más de lo políticamente recomendado, como si estar a solas fuera un delito. En una sociedad de falsas relaciones masificadas por las redes sociales se minusvalora el tiempo que dedicamos para nosotros mismos. Y te señalan con el dedo cuando dices "estoy mejor solo", te llaman loco, triste, o hipócrita. Porque piensan que quizá sea porque no hay nadie a tu lado, ignorando que eres tú el que no quiere a nadie en él.

Pero sigue avanzando.

Tus cicatrices, también las que llevan tinta, te marcan de donde vienes y quien eres.

No te olvides nunca de ti.

Ni del adulto que querías ser cuando cumpliste diez.

En momentos de bajón siempre encontramos fuerza en los sueños que teníamos cuando éramos pequeños
y yo solo soñaba con mirar a la grada y dedicarle un gol.

Hoy soplar las velas es la metáfora de aquellos goles, y mirar al cielo el beso volado al tendido que nunca le di.

lunes, 13 de mayo de 2019

El amor y sus formas

Yo te quiero.

Pero te quiero conmigo,
sin mí,
cerca, lejos, incluso en otra galaxia.

Yo te quiero así,
cuando decides comerte el mundo.

Yo te quiero, así.

Aunque hayamos decidido coger otros caminos,
separar nuestras pieles y nuestros pasos.

Te quiero fuerte,
pero también lo hago cuando flaqueas y te muestras vulnerable.

Te quiero cuando eres solución ecuánime, pero también cuando dejas que el corazón tome las riendas y marque el ritmo.

Yo te quiero.

No de una manera poética,
ni platónica,
ni, mucho menos, perfecta.

Pero lo hago
y cada día aprendo nuevas formas de hacerlo mejor,
porque no hay manera más real de quererte que hacerlo así,
que quererte así,
que quererte bien.