miércoles, 30 de enero de 2013

Versiones


Dices que tienes versiones, que no todas me pueden gustar, que alguna acabará provocando que me aleje de ti... Y no, no es así.
Me gusta tu versión dura, tu version enfadada, tu versión susceptible, tu versión irascible, tu versión mimosa... Incluso tu versión ladrona de esas noches...
Me gusta tu versión llorona, tu versión luchadora, tu versión egoista, tu versión amiga, tu versión madre cuando me enfermo.
Me gusta tu versión gritona, tu versión dormilona, tu versión entusiasta, tu versión quinceañera, tu versión omnipresente en mi puta cabeza....

Me gustan todas y cada una de las versiones que tienes, que despliegas... Pero me gustan aún más cuando se juntan. Me gusta que me pegues en el hombro cuando me meto contigo, que te mosquees cuando no te digo lo guapa que estas con ese vestido. Me gusta que en tús dias de bajón te sienten mal las bromas y poder resacirme con un abrazo que te deje sin respirar y te haga enfadar, de nuevo, para volver a necesitar mimos después...
Me encanta que vengas en las noches que llego cansado de trabajar y me robes la ropa para meterte bajo las sábanas junto a mi.
Me vuelve loco que llores cuando vemos alguna pelicula de esas que especulan con el amor, sin saber que el verdadero somos tú y yo. Me gusta verte pelear frente al espejo con tu melena para seguir enamorándome cada día, me gusta que me dejes sin el último bombón mientras alegas que: "Tienes que ser un poco más caballeroso, cariño." Me gusta que me escuches y que me cuides...
Me gusta, aunque me tire de los pelos, cuando no puedes paliar las ganas de gritarme por lo torpe que soy al intentar hacerte feliz, me gusta que te pases esos dias de enfados durmiendo en nuestra cama, prohibiendome el paso. Me encantan tús idas de bola, que me cojas de la mano un fin de semana cualquiera y me digas: "Vámonos de viaje, el primer vuelo que salga, ese cogemos!!" y que te pases todo el viaje abrazada a mi como si nos acabaramos de conocer...
Y por si fuera poco todo esto, no podria vivir sin tener tu voz como un acúfeno en mi cabeza, repitiéndome a cada rato que no hay persona más afortunada que yo..

jueves, 24 de enero de 2013

Madrugadas


Yo sé que estoy afiliado a la madrugada, que no puedo vivir sin las noches que paso en vela. Sé que no puedo dormir si no dejo la puerta de mi habitación entreabierta por si te desvelas.. 
Y es ahi cuando no sé si decir adiós o hasta luego. No sé si odiarte o volver a echarte de menos. Que me engatusas desde lejos y me dejas dibujándote en cualquier techo de cualquier hostal después de desahogar las ganas con otra mujer... 
Tambien, en esas noches, es cuando juego a la ruleta rusa con tu recuerdo. Él siempre gana. Yo nunca pierdo. La bala se deposita en mi cabeza y chapurrea un "nunca me iré de aqui" con tono retador. Con tono maltratador. 
Entonces, comprendo que es hora de comenzar a desearte suerte y dejar de desearte, a secas. Que hasta hoy tu no querías irte y yo no quería echarte. Que hasta anoche tu no querías dormir y conseguías desvelarme...
Y mientras el sol despierta, te diré que no volveré a echarte de menos a la vez que dejo de odiarte...

lunes, 21 de enero de 2013

Sigamos

Vamos a seguir peleados mientras decidimos quien es quien frente al espejo. Continuemos tirándonos excusas a la cabeza cuando nos comportemos como patanes arrogantes que solo piensan en si mismos. Sigamos pendientes de los tópicos que se sueltan todos los días sobre personas como tú. Y como yo. Y que a ratos confirmamos con actos. Tú, más preocupada de mi memoria que de tus faldas. Yo, más pendiente de tu espalda que de mis narices... Sigamos odiándonos las noches que dormimos separados, que son todas. Vamos a seguir negándonos el cariño que los dos necesitamos. Sigue negándome tus manos, yo continuaré negándote mi pecho. 
Y cuando te atrevas a decir que si, no lo hagas cuando yo te pregunte... Sigamos siendo dos idiotas separados el uno del otro.

sábado, 12 de enero de 2013

Como aquel


Como aquel que calcula el lanzamiento de una piedra al mar, para que ésta rebote varias veces antes de hundirse. Como aquel que levanta pesas en el gimnasio con el fin de no dejarse vencer por sus complejos. Como ese que va mirándose los pies cuando camina por la calle, temiendo dar un paso en falso y tropezar, de nuevo... Como el que guarda silencio cuando le abroncan, aún sabiendo que escasean las razones para golpear su conciencia. Como yo, que me abrigo cada día cuando voy al trabajo, queriendo ignorar que el frio de mis huesos ­­­difiere al de mi piel, consiguiendo resguardar mi pecho del hielo que produce tu lejanía. 
Como tú, que entre escalas de principes azules desteñidos sin corona te olvidas que a la única a la que deben de sacarle los colores es a ti entre abrazos y agasajos... Entre brindis y promesas no dichas que se cumplen con el simple cruce de miradas.
Como el mismo idiota que busca semejanzas entre si mismo y el resto del mundo para excusarse al quererte...

jueves, 10 de enero de 2013

Ganar(nos).


Aparqué el coche tan lejos que olvidamos ir de la mano por la misma acera. Olvidamos dar los pasos al unisono para que todos los que estaban a nuestro alrededor supieran que ibamos en la misma dirección. Tú, te olvidaste del calor de mis manos. Yo, del frio de tus piernas... Y los dos nos olvidamos de las historias que escribiamos a garrotazos debajo del edredón.

Tú, afiliada a los trenes y a sus continuos vaivenes. Te olvidaste del mar y de lo desagradable que resulta si intentamos respirar cuando él nos lo prohibe... Yo, acostumbrado a los pasos acolchados sobre la arena de la playa. Me olvidé del cielo canelo que encierra los corazones secos que no se dejan visitar...
Tú, descontenta por el paso del tiempo. Pasaste por alto la importancia que tiene uno mismo en su destino. Yo, agobiado por lo que se ha perdido. Recuerdo el primer día que nuestras manos coincidieron. Y todo lo que nos tocamos solamente mirándonos a los ojos.
Tú, cruzando la acera, buscando mis manos... Yo, encontrando tus piernas gracias al tartamudeo de tus tacones... Los dos, separándonos en el trayecto, llegando juntos al lugar donde queremos estar. 
Al final tú eliges... Ganar(nos) o perder(nos)...