jueves, 27 de agosto de 2020

No(s)otros.

Hablemos de nosotros, sin nosotros. 


De como te has ido arrimando a hombres que nunca fueron más que conatos de un hogar que, todavía hoy, sigues buscando. 


De como he cerrado las puertas de mi corazón de par en par, 

por aquello de repetir errores que no estoy dispuesto a subsanar. 


Hablemos de ti, sin mí. 


De como has florecido tras el dolor y las ruinas. 


Hablemos de mí, sin ti. 


De como el tiempo me sonrió afín. 


Hablemos de nuestras razones, en detrimento de nuestros corazones. 


Que no, no siempre el amor todo lo puede. 


O sí. 


Si la solución es decir adiós a tiempo. 


Hablemos de nuestros corazones, que siguen latiendo gracias a nuestras razones. 


Desmitificando aquello de que no están unidos. 


Supongo que todos aquellos que dicen eso de que el corazón tiene razones que la razón desconoce, perdóname Blaise, es porque nunca ha hecho el esfuerzo de entender nuestros latidos. 


Y si algo hicimos bien los dos fue, precisamente, entender los latidos el uno del otro. 


Hablemos del futuro. 



Ojalá él sepa leer tus latidos.