Van a querer convertirte en el villano,
en el malo de sus historias,
sobre todo si has pasado por sus pieles,
por sus corazones,
o por sus mazmorras.
Sobre todo por sus mazmorras.
Porque conoces sus secretos, sus infiernos y sus cárceles emocionales que en más de una ocasión les impidieron avanzar.
Van a querer convertirte en el enemigo,
a pesar de las palabras,
de la tinta,
y de las promesas.
Van a querer hacerlo porque hubo un día que decidiste seguir tus convicciones,
en lugar de las suyas.
Decidiste cumplir tus expectativas,
en lugar de las suyas.
Y lo conseguirán.
Y para muchos serás el villano.
Y te dará igual.
Porque, al final, la almohada donde tú descansas cada noche es suave, blanda y callada.
Sólo te ronronea.
Van a querer convertirte en el villano y lo conseguirán.
Y llegará el día que sonreirás viéndote en sus carteleras,
comprendiendo que siempre,
la calidad de la historia,
dependerá
directamente
de la calidad de su
villano.