viernes, 16 de octubre de 2020

Carta a mi madre III

Diecisiete ya, mamá. 

A mí apenas me quedan ya letras, ¿sabes? Pero las pocas que tengo las guardo arropaditas, como si de un tesoro se tratase, para quienes de verdad quieran leer(me).

Ya desperdicié demasiada tinta, mamá. 

Y demasiada piel.

Diecisiete, mamá. 

Pero yo sé que este año es diferente, te noto más sonriente de lo normal. Supongo que ese abrazo reparador, del corazón y los ojos que te criaron, han hecho que ahí arriba bailen las estrellas.

Sigue bailando, mamá.

Aquí las cosas andan revueltas, pero estaremos bien.

Como siempre hacemos.

Como tú nos enseñaste.

Como siempre logramos.

Diecisiete, mamá.