martes, 11 de octubre de 2011

Aprendes

Aqui aprendes a no mirar a los lados, a mirar un punto fijo y seguir sin que nadie te interrumpa. Aprendes a esquivar obstáculos y a evadirte en tus pensamientos rodeado de muchísima gente. Comprendes que para echar de menos aquello has tenido que venirte y que, sin esa nostalgia, no te sentirias tan bien contigo mismo. Entiendes lo difícil que es avanzar teniendo esas manos que te ayudan tan lejos... ¡Pero las tienes! Aprendes que por un sendero sólo hay sitio para uno y que, de no acelerar, perderás una oportunidad valiosa para conseguir eso que anhelas. Aprender a vivir aqui es dificil, pero se aprende.. Y luego es mas fácil disfrutar de nuestra tierra.. Mucho más fácil..

martes, 6 de septiembre de 2011

Mientras tanto, en las nubes..


Había creido tanto en la invulnerabilidad, en lo eterno e infinito. Descuidé, ignoré y hasta desprecié lo que todos los días me esperaba al despertar.
Aunque lo vi marchar seguía sin percatarme de lo que significaba un vuelo de ese calibre, creía que todo avión regresaba a su destino. Y Pasó, atravesó aquella enorme Puerta de Hierro, para no volver.
Tentó y retó siempre a las piedras que se le interponian, destrozó tópicos y se hizo mito. Cuando no pudo más decidió irse para descansar y que los demás se eslomaran para mantenerse erguidos.
Se fue y poco a poco sentí que me quedaba solo. Siempre le guardé rencor a aquella ciudad que me arrebató mi tesoro, a mi abrigo, a mis empujones cuando no podia, a mis enfados, a mis tirones de orejas y mis: "!¿Tú la ves?!".
Y a día de hoy sigo teniendo cuentas pendientes con la ciudad donde el mar no se aprecia. No obstante, es un rencor sano, son ganas de resarcirme y de recuperar una parte de lo que un día me robaron.
Y es que, mientras sobrevuelo el país, me vuelvo a dar cuenta que sigues en todos lados. Quizás porque te empecinas en que haga las cosas bien, en que sea feliz de una puta vez.
Pero tranquila... Esa ciudad, por huevos, me hará grande. Mientras, no me olvido de los mios y les voy a visitar porque sé que, aunque sea solo un poco, hay gente que a mi también me echa de menos.


Un beso, un saludo y un abrazo de uno de tus pimpollos.

jueves, 14 de julio de 2011

Reloj

Veo que no has apartado la mirada de mi reloj. Bonito, eh? Exacto, pero está parado. No marca la hora y lo llevo como complemento. Para serte sincero me importa una mierda la hora que sea, el día que sea y lo tarde que llegue al trabajo, a una cita o simplemente que me despierte a deshora. Todo eso está sobrevalorado. Hay tantas cosas sobrevaloradas... Y el control del tiempo es una de ellas. Si, que está muy bien y que es necesario saber exactamente que hora es, cuanto nos falta para que llegue el momento de un para... o de un que... Pero gastamos mucho tiempo en mirar la hora y perdemos minutos, segundos básicos que luego echamos en falta cuando estamos juntos. Se hace tarde, dices mientras miras el reloj y te levantas. No, tarde será cuando amanezca.

viernes, 10 de junio de 2011

Me he olvidado


Me había olvidado de lo míseras y efímeras que resultan ser las promesas cuando uno promete más allá de su ombligo.
Me olvido por momentos que uno, en conjunto con otra persona, cambia con la facilidad con la que esta última empieza a olvidar porqué le empezó a querer.

Me he olvidado de compartir estrechos amaneceres, de tirar de la sábana en las madrugadas y de cocinar para dos.
Me he olvidado de inventar excusas, de esconder rosas y de escribir... Para ti.

Me había olvidado que no quieres sin querer, que quieres para crecer. Me había olvidado que no quiero a otro distinto al que soy y que, queriéndote, tendría que aprender a convivir con un desconocido.
Me olvido del tiempo, de la distancia y de los sueños. Me olvido de la valentía, del querer es poder y de los mil y un refranes que hay para los cobardes como yo. Lo olvido porque me interesa olvidar. Y no es que quiera, es que puedo.
Me planteé olvidar mis pasos andados y los tropiezos con segundas partes. Los pasos los olvidé. De los tropiezos no me interesa olvidarme. Y no es que no pueda, es que no quiero.


Estuve a punto de olvidarme de mí, a puntito...

domingo, 29 de mayo de 2011

Odio


Odio los lunes por la mañana.
Odio los domingos enteros y lo que tarda un viernes en llegar.

Odio las palabras que no dicen nada.
Odio el silencio atronador y los que no se callan cuando deben.
Odio la iglesia y su hipocresía barata.
Odio el sistema que nos sodomiza.
Odio al que se lucra de una catástrofe.
Odio al cobarde por no ser valiente y al valiente por no sentir pánico.
Odio al cobarde que finge ser valiente con un arma en la mano.
Odio al indeseable que se olvida que una mujer le dio la vida y las maltrata.

Odio los: "A ver si..." Y los: "Ojalá que..."
Odio el futuro porque todos los días usa un disfraz distinto y se cambia el apellido.
Y no soporto los: "Nunca lo conseguirás", los: "No eres capaz" o los: "No es para ti".
Odio lo efímero, aunque tampoco soporto las largas estancias.

Pero, sobre todo, odio lo frágil que es el ser humano. Lo ignorante que puede llegar a ser y que logre hacer complicado algo tan simple y tan necesario como sonreir.

sábado, 21 de mayo de 2011

Lo precioso


A veces lo hermoso se esconde bajo una carcasa de rasgos desagradables, por miedo a ser herido y/o malgastado. Paradojicamente, el ser humano tiende a herir con más facilidad lo bello. A lo repugnante se le ignora, se le deja en paz.
Pero lo espléndido, como tú, se intenta conseguir. Y es por ese afán cuando se cometen las mayores atrocidades

martes, 10 de mayo de 2011

Un segundo

Y si pudiera por un segundo hacer que pararas los pies y me miraras. Que obviaras toda la mierda que nos rodea. Que me abraces un jodido segundo, sólo te pido un segundo. La amabilidad se me acaba cuando pasas delante de mis narices, cuando me guiñas el ojo y me retas. Eres una maldita impertinente, que lo sepas. Te quiero, más de lo que te mereces incluso. Y me quieres y eso es lo que no sabes, que me quieres. O igual si lo sabes pero tu maldito orgullo de niña malcriada te hace negarlo. Quizás por eso no quieres abrazarme, porque tienes miedo. Porque eres una cagona y no tienes lo que hay que tener para afrontar lo que se te viene encima. Que soy del montón, ya lo sé. Que no puedo brindarte una vida de lujo ni mariconadas todos los días. Pero lo que yo te puedo dar está fuera de comparativa con todo eso. No hay joyas, lujo, ni comodidades que se puedan comparar con lo que yo puedo darte. Y eso tú si que lo sabes bien.
Afrontalo de una jodida vez y dame la oportunidad de demostrarte que hoy por hoy no hay nadie que mate como mataría yo por tus huesos.

martes, 26 de abril de 2011

Felicidad

Unos la buscan y otros sin necesidad la encuentran. Los hay que ni la conocen. Hay personas que pagan por ella y no la consiguen nunca. Sin embargo, hay otras que sin nada tienen la mejor y más grande. Algunos la llaman felicidad, otros la llaman suerte. Unos dudan y otros luchan. Unos esperan, y otros se resignan. Incluso los hay que la botan a la basura. No sabes donde está, ni donde se encuentra. No sabes si te llegará y te tocará la puerta o si, en cambio, te toparás con ella en alguna cafetería, en algún parque, en algún banco. No tienes ni idea de cuanto te durará, de si la perderás o de si podrás llamarla de otro nombre distinto al suyo: Felicidad

jueves, 14 de abril de 2011

Y te olvidas..


Y te olvidas. Porque te olvidas. Sí, de todo... Hasta de ti. Pasas por alto todo lo que puedes dar e ignoras el daño que te infliges al no hacerlo. Porque te dañas, quizás por no provocarlo más allá de tu manos. 
Y te olvidas, porque te olvidas... De que caminabas en un desierto y dos gotas de agua cristalinas parecieron un inmenso lago que te calmó esa sed, que te dió serenidad y fuerzas y que adoraste, y adoras, hasta rabiar. Pero es que el lago ha dejado de ser lago y vuelve a convertirse en lo que, quizás, nunca ha dejado de ser: Dos gotas de agua cristalinas.. 

miércoles, 13 de abril de 2011

El Espejo


Aún recuerdo aquel día que te conocí. Eras un chico normal, despreocupado, cosas de la edad...
Pasabas todos los días delante mía, te observaba. Ignorabas en todo momento mi presencia.
Presencié tus alegrías, sufrí las reprimendas de tus tristezas. Reflejé tus llantos y el doble tus sonrisas.
Pero lo que más me gustaba era cuando te sentabas frente a mi, sin parpadear, y te desahogabas...
Supe más de tus sentimientos que tú mismo. Te vi sonreir, llorar, suspirar y ahora te veo imaginándola. Sé que la quieres, que ella no lo sabe y que hace poco tiempo que llegó a tu vida. Sé que tienes miedo..
Tambien me siento enormemente identificado cuando hablas de la soledad, no sabes cuanto.
Recuerda que sigo ahí. Que te veo cada día al levantarte, no lo olvides, estoy cerca, muy cerca..
Att. El espejo del armario de al lado.

jueves, 24 de marzo de 2011

Entiéndelo


¡¿Me estás escuchando?! Sé que no. Haces lo mismo que yo, precisamente lo mismo, que cuando tú me hablas a mi. Paso de ti.
Por teléfono, mira, te escucho un poco. Pero tampoco te creas, que de vez en cuando tengo una desconexión neural y por una extraña razón que desconozco me quedo en blanco pensando en tu cuerpo desnudo. Asi que ya puedes imaginarte lo que ocurre cuando estamos frente a frente. Siento que te enteres así, pero siempre he defendido la idea de que tengo muchas carencias. Y tú no me creías.
Y te juro que yo intento escucharte!!! Bueno, no te lo juro... Pero es verdad! Intento prestar atención cada vez que pestañeas, ya que tu iris me despista y paso más tiempo deseando besarte que prestando atención a lo que dices.
Siento no ser ese chico comprensible, atento, que te escucha y te aconseja.
Yo te quiero, estoy enamorado de ti. E intento aplicarme para ser mejor persona. Pero entiende tú tambien que pierda los huevos por un beso tuyo. Entiéndelo.

martes, 15 de marzo de 2011

La Lluvia

Y es en uno de esos días lluviosos, en los que las gotas de lluvia golpeando el techo de nuestro coche se convierten en la banda sonora perfecta.
Y ahí, sin necesidad de hacerlo perfecto, me dejas repasar con besos tu silueta y enseñarte lo cerca que podemos estar el uno del otro a tanta distancia.
Y mientras, la lluvia no cesa.
Vienes, me muerdes el labio y me retas. Acepto el reto y ninguno de los dos perdemos. Yo gano sólo con mirarte a los ojos y tú te ganas el amor de un psicópata empedernido que mata por tu cintura.
Clavas tus uñas y yo no dejo de repetirte que me sigas abrazando. Abrazame más fuerte que, mientras, la lluvia va sonando cada vez más bajito fruto de nuestro baile acompasado.
Y al terminar, como en toda buena película, la banda sonora vuelve a sonar. Y los créditos se resumen en un "Tú", un "Yo" y el "TQ" que te dibujo en la palma de tu mano creyendo que nadie más se da cuenta de lo que sentimos.
Porque al final, para ellos la lluvia no deja de ser agua, frío y oscuridad...
Para nosotros la lluvía se convirtió en la melodía perfecta para amarnos por primera vez.

domingo, 6 de marzo de 2011

Y no sólo el sueño


¿No te ha pasado que, de buenas a primeras, te quedas en blanco? Como en un examen. Acostumbro a expresarme medianamente bien con palabras y, de vez en cuando, sin ellas. Pero mira tú por donde que de un tiempo a esta parte a mi cabeza le cuesta un poquito más sacar palabras con las que plasmar mis sentimientos. 
Quizá, sin darle más vueltas, es que prefiera darte un beso. Y no complicarme la vida. Porque ya se me complica lo suficiente todas las santas noches por culpa del rastro que dejas. Primero era tu voz, que se me quedaba grabada como un acúfeno en mi cabeza... Y ahora? Ahora podría tirarme toda la noche nombrando razones por las que pierdo el sueño. Si la resumo en una única razón y quieres saberla sólo tienes que buscar un espejo. ¿Ya lo tienes? Pues esa que ves ahí reflejada es la razón por la cual yo pierdo el sueño.
Y no sólo el sueño..

jueves, 17 de febrero de 2011

Qué tal si..


Me alegra echarte de menos. Me alegra esa sensación de vacío cuando cuelgas el teléfono y me dejas a solas con el eco de tu voz. Me alegra porque significa que despiertas algo en mí...
No tengas frío. No tengas miedo. Te puedo arropar y sostener... Pero tenlo. Y andemos cautos para no perdernos detalle el uno del otro... 
Paseémos, recuerdas? A ritmo lento, para contemplar el paisaje. No podría transitar con prisas por tu espalda, ni andar con mis labios por cada uno de los poros de tus pechos... Es algo que hay que hacer despacio, con calma... 
Cógeme de la mano y demos un paseo. Sin preguntarnos donde acabaremos. Sin pensar cuando regresar. 
Qué tal si.. Nos dejamos llevar?

lunes, 14 de febrero de 2011

Sv



Gente que regala rosas de plástico por San Valentin. Que promete, jura y perjura amor eterno. Y que señala esa flor sintética como un símbolo de amor perpetuo y perenne: "Nunca marchitará, como nuestro amor" Dicen... Mientras ignoran que un amor florece, se marchita y si es de verdad vuelve a florecer... Eso sin contar que el amor es como un rosal, hay que cuidarlo. Regarlo, (¡sin ahogarlo!), mimarlo. Estar atento cuando da mucho el sol, pues se puede quemar.. 
En definitiva, que igual el romanticismo se ha perdido. O hay miedo a ser romántico..  Lo que si tengo claro que el peor día para serlo es hoy. Está todo preparado. Se espera cualquier cosa, por pequeña que sea. Y yo hoy no haré lo que hace todo el mundo. No te diré que te quiero. No te regalaré ninguna rosa, ni real ni artificial. Hoy no sabrás de mí y mañana nos querremos aún más.

sábado, 12 de febrero de 2011

Querer Vs Necesitar


‎- Ella querrá que se lo digas


- Y yo intentaré que comprenda que no es cuestión de lo que ella quiera escuchar, sino de lo que necesita sentir. Y bueno, es posible que ella no quiera lo que yo le ofrezco, hasta que sea consciente de que lo necesita. Yo la necesito a ella pero, a veces, no la quiero.. O quizá la quiero tanto que me da miedo necesitarla.

viernes, 11 de febrero de 2011

Y tú, qué prefieres?



- Lo has pensado?
- Sí, sí lo he pensado...

- Estás seguro?
- Que sí, basta ya, tío..

- Has pensado cómo luciría su silueta desnuda paseando por la orilla del mar? O simplemente postrada al sol? La has imaginado desperezándose por las mañanas, girarse y que te diga: "Buenos días, cariño" mientras te mordisquea el lóbulo de la oreja? Quizá te ha bastado con imaginar como recorrería tu cuerpo pulgada a pulgada con sus labios, descendiendo desde tu barbilla hasta la parte inferior de la pelvis. Paseando su boca por tu torso y pararse justo en el lugar donde lo gentil pierde importancia..
- Sí, joder. La he imaginado así y de mil maneras más. La he imaginado sonreir, llorar. Enfadarse con el mundo y hacermelas pagar a mí. La he imaginado corriendo por la playa, como si de una niña se tratase. Gritando y pidiéndome que me tumbara a su lado. La he imaginado durmiendo en mi pecho y me he imaginado a mí enredándome en su melena. He soñado despierto en noches en vela por culpa de su espalda... Asi que sí. He pensado en todo lo que puede pensar uno cuando está en esa etapa previa al enamoramiento. En el , en el no. En el quizás. En los y si... En el pánico, en el tiempo. He pensado en ella sin mi y conmigo. He pensando en mí con ella y.. Sin ella pues.. ya estoy. Sin embargo, no me he imaginado diciéndole que la quiero. Quizá porque quiero que lo sepa sin necesidad de palabra. Y lo cierto es que las palabras están sobrevaloradas. En casos como estos, sobran. 


Prefieres que te diga que te voy a comer, o un mordisco en el labio inferior? Prefieres que te proponga viajar a la Luna, o hacer que la toques con los dedos mientras te hago el amor?
Tú, qué prefieres?

sábado, 5 de febrero de 2011

Observarte

Observarte es, a grandes rasgos, deleitarse. Observarte a ti es saludar a lo hermoso y retar al subconsciente. Es jugar con el riesgo de caer en una obsesión profunda. Observarte a ti es obcecarse con tener tus mejillas cerca. Observarte a ti es bailar con la locura y tentar a las ganas. Es miedo de ver tus pupilas sólo una vez. De echar de menos tu fina boca.
Observar tu silueta es, en resumen, un peligro.
Me encerraron en una habitación oscura, rodeado de tus fotos por todos lados. Mi ritmo cardiaco comenzó a acelerarse. Empecé a sentir vértigo cuando me fui alejando de tus fotografías. E, incluso, aluciné. Creí verte detrás de la ventana, guiñandome un ojo e invitándome a ir a tu lado. En ese preciso momento entendí a Stendhal cuando visitó la Basilica de Santa Croce. Y pienso, si esto me pasa sólo con tus retratos, qué se apoderará de mi cuando te escuche respirar, cuando pueda rozar tu piel, cuando pueda hacerte sudar... 

viernes, 4 de febrero de 2011

Noah

Comenzaba un nuevo día y Noah, impaciente, antes de emprender el camino rutinario hacia el trabajo deja escrita una nota en la nevera: "Día 1".
Al llegar sus compañeros le notaron algo distinto. Ilusionado, con los ojos relucientes... Feliz. Él, de hecho, fue siempre así, aunque años atrás muchos acontecimientos había provococado la perdida de esa actitud extrovertida y alegre. Hoy, misteriosamente, la había recuperado. Repartía sonrisas por doquier e, incluso, a compañeros con los que no le unía una amistosa relación, precisamente. 
Noah estaba como loco, entusiasmado. Trabajó incansablemente toda la jornada, deseando llegar a casa. Deseando encontrarse con ella.
Al salir del trabajo, se dirigió al supermercado. Quería sorprenderla, hacerle una cena y tener algún que otro detalle con ella. La había descuidado mucho los últimos días y estaba preocupado. Alison se merecia mucho más. Tanto como los primeros meses.
Llegó a casa y comenzó con los preparativos. Cuando sólo le faltaba cambiarse de ropa y poner la mesa sonó el timbre. Era ella.


- ¡Noah!, ¡Noah! Abre, que soy yo.- Gritaba, desesperada Alison
- Ya voy cariño, pero espera. Tienes que prometerme que no abrirás los ojos. Y que te quedarás en el cuarto hasta que yo te diga, ¿vale?- Comentó, nervioso, Noah
- Vale, ¡te lo prometo!- Contestó la muchacha.


Cuando Noah ya estaba preparado, la avisó. Alison salió del cuarto y se quedó asombrada. Una cena. Para dos. Toda esa parafernalia propia de las peliculas de amor. Eso era parte de lo que le brindaría Noah a Alison esa noche.


Cenaron, hablaron, rieron. Cientos de anécdotas, recuerdos. Miradas directas. No tan directas.. Y antes de fundir todo ese amor cocinado, horas antes, en un colchón.. 


- Amor, debo decirte algo- Manifestó Noah en voz bajita, sin razón aparente- Sé que no eres muy amiga de la idea del matrimonio, y que nunca te gusta hablar del futuro ni de lo que nos deparará, siquiera, el próximo mes. Pero toma, quiero que lo tengas siempre, pase lo que pase. Aunque nos separemos. Necesito que me prometas que así será. Y no me preguntes porqué, sólo prométemelo- Declaró Noah. Era un anillo. Sus respectivas iniciales, A y N escritas en el reverso, más la fecha del día en el que se conocieron.
- Es precioso Noah. Pero, un anillo, ¿por qué?- Preguntó Alison.
- Sí. Sé que no es muy original, ya sabes como soy con estas cosas... Pero quiero que sea más simbólico que material. Me da igual si lo llevas en el dedo, colgando del cuello.. Sólo quiero que lo mantengas a tu lado el resto de tus días- Aseveró Noah.
- Te lo prometo mi vida, te lo prometo.


Pasaron la mejor noche de sus vidas. Amándose como nunca antes lo habían hecho. Fundiéndose en un sólo ser.


A la mañana siguiente, Noah, como el día anterior dejaba una nota en la nevera: "Día 2". Y así durante los 27 días siguientes.


El día 30 Noah le pide a Alison que duerma en casa de sus padres, que necesita trabajar y concentrarse en un encargo importante. Alison acepta sin problemas, por un día no pasaría nada, pensó.


- Te amo, te amo más que a mi vida, nunca te olvides de eso amor- Declaró Noah, ante la mirada sorprendida de Alison- Me lo demuestras todo los días, y los que quedan mi vida- Dijo ésta. Noah no pudo evitar que una lágrima callera, calmosa, por su mejilla.


Día 31. 
No hay nota en la nevera. Noah no llega al trabajo. Alison no tiene noticias suyas. No responde al telefono, no abre la puerta de casa. Alison se teme lo peor. ¿Se había marchado? Si era así, ¿por qué? 


Noah se moría. Sus notas en la nevera significaban una cuenta atrás inevitable. Los médicos le habían dado un mes de vida justo el día antes de la aparición de las notas. Despertó, entonces, de ese letargo que le había hecho caer en una racha de desconfianza en si mismo, de miedo. De pánico a vivir. Descartó la posibilidad de decirselo a sus seres queridos, teniendo muy presente la poca naturalidad con lo que transcurriría la llegada de lo inevitable. Vivió, disfrutó y amó como nadie. Pero le dolió, más que morir, no poder confesárselo a Alison. Era consciente de que si Alison se enteraba, esas miradas furtivas de amor serían, más bien, de compasión. Y esos abrazos se convertirían en signos de resignación a perderle.


Noah vive ahora en cada lágrima que ella derrama, en cada suspiro y en cada sueño de su subconsciente. Sí, él se fue, pero dejó una marca imborrable en la mirada de Alison, en su mente y en su corazón.



"La realidad cambia cada día, según el enfoque que le queramos dar. Si pensáramos todos los días que mañana será el último viviríamos a tope, sin pensar en consecuencias ni reproches. Incluso sabiendo que los habrá, haríamos más caso a nuestro corazón que a nuestra propia cabeza y no nos importaría equivocarnos, pues todo se acabará algún día. Y lo único que recordará la gente que te quiere, que es la que de verdad importa, es todo lo bueno que hiciste. Y de lo malo se olvidarán o, incluso, buscarán algo positivo de todo ello."

miércoles, 2 de febrero de 2011

Obcecado



Obcecado, así vivo. Negandome a la evidencia de lo que, se presupone, es una locura.. Tú das tumbos y yo, detrás, aguardando para sostenerte por si un tropiezo te hace caer.
Atracaste mi vida cual ladrón un comercio, arrasando con todo.. Llevándote mi persona y metiendome el miedo en el cuerpo. La única diferencia es que mi desasosiego se produce al pensar que no volverás. Regresa cada día para devastar todo mi ser. Vuelve.

lunes, 31 de enero de 2011

Cinco Dedos

Me preocupa echarte de menos, ¿sabes? Me preocupa dibujarte cada noche, es enfermizo.

Asevero que no te conozco cuando me preguntan por mis sentimientos. ¿A quién amas? Me dicen. Yo a ella no la conozco, sus labios están lejos. Contesto. De verdad, ¿por qué me preguntan por ti? No entiendo esa curiosidad. Yo mismo evito pensarte. Y consigo numerar todas las veces que lo hago. Para algo tengo mi mano, cinco dedos son suficientes... A la semana.

jueves, 27 de enero de 2011

Idiota


Eres estúpida, arrogante, prepotente, imbécil, una feminista empedernida y, a veces, egoísta. Eres posesiva cuando no me tienes. Y cuando me tienes, ni existo. Y yo un idiota. Un idiota por obviar todo esto cuando tu puto iris coincide con el mío.


domingo, 23 de enero de 2011

No sé si te quiero

Realmente yo no sé si te quiero. Es pronto para saberlo. ¿Loco?, ¿cruel?, ¿insensible?... Verás.. Hemos pasado poco tiempo juntos, no es suficiente. Aunque estos días hayan sido maravillosos y me encuentre agusto y feliz contigo. No es suficiente. No sé si te quiero, de verdad.
Lo sabré si el día de mi marcha me encuentro reacio a emprender el camino que me lleva al aeropuerto. Si llegado el día me matan las ansias de meterte en mi maleta para llevarte conmigo de regreso a casa. Si al pasar el control del aeropuerto comienzo a echarte de menos. Ahí lo sabré, cuando te eche de menos habiéndote dejado aquí..
El problema lo tengo ahora. Queda poco tiempo para que regrese y ya te echo de menos, ¿sabes? Ahora mismo quemaría el aeropuerto entero con tal de no poder coger un avión y quedarme contigo. O en su defecto llevarte en mi equipaje. 
Yo ya te echo de menos.. Y no es que no sepa si te quiero o no... Es que sé que te querré. Y mucho vida, mucho.

La Rosa

Y he llegado a la conclusión de que lo nuestro es algo parecido a una rosa. Debemos tratarlo con delicadeza y tiempo, mucho tiempo...
Tiempo, como el que pasas regando un rosal para que florezca esa flor anhelada...
Delicadeza, como la que debemos tener al coger una rosa, para no clavarnos las espinas.
Tratar al amor bruscamente significará hacernos daño, al igual que agarrar la rosa con la mano a tallo completo..
Como diría F Moccia, Scusa ma ti chiamo amore.

miércoles, 19 de enero de 2011

Porqués

Porque dudas cuando te enseño. Porque gritas cuando te escucho. Porque dices, y callas. Porque ves y olvidas. Porque estás sin saberlo. Y te vas cuando regresas. Porque anhelas cuando tienes. Y cuando no tienes malgastas. Porque eres tú.
Por lo que amamos y no tenemos. Por lo que buscamos y no queremos. Por lo que necesitamos que hemos desechado. Por sabernos afortunados. Por tu cintura. Por tus ojos. Por tu boca. 
Porque no mentimos y nadie nos cree. Porque sólo me quieres cuando sientes que te odio. Y te odio. Te odio igual, o más, de lo que te quiero.
Porque me miento, y tú me crees... Porque te mientes, y yo te creo. Porque me quieres más cuando me odias. Y me odias porque te quiero. Porque me abrazas a lo lejos. Porque soy desordenado y tú me encuentras. Porque te ayudo cuando quieres perderte. Porque, a veces, me gusta perderme descubriendote. 

domingo, 16 de enero de 2011

Me llenas

Suspira, que me llenas..
Grita, que me llenas..
Abrázame, y dame vida..
Bésame, y dame más vida aún..
Pero no llores, no llores que me desplomo..
Susúrrame un te quiero, bajito, suave, cerca de mi oído, que nadie lo escuche.. Que sólo tú y yo sepamos de su existencia..
Y duerme.. Mientras yo, jugando con tu pelo, sueño a forjar mi vida a tu lado, en tu regazo..
Pero no, no llores que me desplomo..


Creo.. creo que no hay más nada que pueda decir.. 
No hay palabras que salgan de mi boca con un poco de coherencia.. 

Unicamente te diré, te gritaré sin alzar la voz.. Que te quiero

viernes, 14 de enero de 2011

Lejanía, ¿qué es eso?

Verás, lejos, lo que se dice lejos, no estás. Tú cuando duermes no sabes lo que haces, ¡pero te echas escapadas a mi cama! Y ahi ya no estás tan lejos... Es una pena, quizá, que no estés despierta para vernos disfrutar el uno del otro... Aunque si despertáses volverias alejarte, asi que sigue, sigue durmiendo...
Y ahora que sigues dormida no hables, no rechistes, no hagas nada que no sea disfrutar conmigo, ¿de acuerdo?. Me enfadaría mucho si malgastas este tiempo tan corto y tan valioso en pelear. 
Me he llegado a enamorar por noches, noches como ésta. Miles de kilometros sí, pero tú y yo nos hemos besado otras mil. ¿Y abrazos? ¡Ni contarlos!
¿Verdad que ya no te sientes tan lejos de mí? No tengas prisa, porque igual una noche cualquiera, una de esas escapadas tuyas se puede hacer permanente. Y lograré tenerte cerca, muy cerquita. Rozando mis pestañas con el piercing de tu nariz.

Lejanía, ¿qué es eso?. Lo que libramos cada noche para amarnos.


NNN

lunes, 10 de enero de 2011

Patán

No espero de ti eso, si es eso lo que crees... No busqué en tí nada parecido a lo que comentas, si es eso lo que piensas...
Yo de ti no espero nada, excepto lo que ya me das.
En ti no busco nada, porque no me hace falta.
Yo solo espero esa sonrisa tuya cada amanecer. Que sigas tan rematada e insoportablemente hermosa al desperezarte por las mañanas. Que me ames y me odies como ya lo haces. Que te enfades conmigo cuando no te digo lo preciosa que vas vestida. Esos ligeros mosqueos cuando, de broma, me meto con tu peinado. Decirte lo hermosa que eres es demasiado fácil, entiéndeme.
Y tú de mí... No esperes mucho. Soy un patán que solo sabe amarte. Y a veces de manera equívoca. Tan equívoca que ni tú te das cuenta. Tan desacertada que duermes lejos de mi cama y reposas tu rostro en otra almohada. Pero cuando te amo bien, como te mereces, no hay otro amor parecido a éste.

sábado, 1 de enero de 2011

Cállate

- Estás contento a mi lado? Verás, estoy nerviosa. No sé si te estoy dando lo que necesitas. A veces creo que no estoy a tu altura. Que me quedas grande. Le doy mil vueltas a la cabeza cada noche, con miedo de que venga alguien y te arranque de mis brazos. Te quiero tener siempre aqui, y por momentos me veo insuficientemente buena para ti. De verdad, se sincero... Si necesitas algo que no te doy, pídemelo. Si estoy fallando en algunas cosas, dímelo. Dime todo en lo que fallo.


- En primer lugar, cállate. Y en segundo y último lugar, me vale un abrazo tuyo cada mañana, un beso cada noche y tu esencia cada día para ser feliz. Es que no necesito nada más, y no sé porqué hablas en demasía. Eres tan pesada, que creo que será por eso por lo que te quiero tanto.