miércoles, 18 de marzo de 2020

Pandemia

Hemos crecido esperando que las amenazas vengan del cielo:
meteoritos,
misiles,
bombas nucleares,
huracanes,
tifones.

hemos perdido la referencia
el norte.

Nos creíamos invencibles.

Pero la naturaleza siempre vence.

Hemos cerrado fronteras a quienes huían de la guerra
repudiado a quien cruzaba el mar con la única esperanza de ver tierra
sin la certeza de hacerlo.

Dejándolo todo.

Hemos negado ayuda a quien más lo necesitaba,
creyéndonos más sabios
y más fuertes.

Pero la naturaleza siempre vence.

Y nos ha mandado una amenaza que no esperábamos.

Imperceptible.

Una amenaza que deja en evidencia todas nuestras debilidades
nuestras grietas
nuestras taras.

Una amenaza que las fronteras no frenan.

Ni el odio, ni el racismo, ni la xenofobia.

Una amenaza más letal en aquellos que nos podrían rescatar con su sabiduría.

Una amenaza para que nuestro planeta Tierra respire y se sane.

Se cure.

De la peor pandemia que ha existido sobre su faz.