viernes, 11 de febrero de 2011

Y tú, qué prefieres?



- Lo has pensado?
- Sí, sí lo he pensado...

- Estás seguro?
- Que sí, basta ya, tío..

- Has pensado cómo luciría su silueta desnuda paseando por la orilla del mar? O simplemente postrada al sol? La has imaginado desperezándose por las mañanas, girarse y que te diga: "Buenos días, cariño" mientras te mordisquea el lóbulo de la oreja? Quizá te ha bastado con imaginar como recorrería tu cuerpo pulgada a pulgada con sus labios, descendiendo desde tu barbilla hasta la parte inferior de la pelvis. Paseando su boca por tu torso y pararse justo en el lugar donde lo gentil pierde importancia..
- Sí, joder. La he imaginado así y de mil maneras más. La he imaginado sonreir, llorar. Enfadarse con el mundo y hacermelas pagar a mí. La he imaginado corriendo por la playa, como si de una niña se tratase. Gritando y pidiéndome que me tumbara a su lado. La he imaginado durmiendo en mi pecho y me he imaginado a mí enredándome en su melena. He soñado despierto en noches en vela por culpa de su espalda... Asi que sí. He pensado en todo lo que puede pensar uno cuando está en esa etapa previa al enamoramiento. En el , en el no. En el quizás. En los y si... En el pánico, en el tiempo. He pensado en ella sin mi y conmigo. He pensando en mí con ella y.. Sin ella pues.. ya estoy. Sin embargo, no me he imaginado diciéndole que la quiero. Quizá porque quiero que lo sepa sin necesidad de palabra. Y lo cierto es que las palabras están sobrevaloradas. En casos como estos, sobran. 


Prefieres que te diga que te voy a comer, o un mordisco en el labio inferior? Prefieres que te proponga viajar a la Luna, o hacer que la toques con los dedos mientras te hago el amor?
Tú, qué prefieres?

No hay comentarios:

Publicar un comentario