domingo, 12 de enero de 2014

Disculpa

Te pido disculpas por abusar de tu recuerdo. Él se afincó en mi pecho y de ahí no sale. Y te aseguro que no le he pedido que se quede.
Te pido disculpas por echarte, ahora si, a ti de menos. Me colgué de tu lunar y dormí en tus ojos.
Pido disculpas por la poesía mal hecha.
Como mal hago eso de olvidarte, como mal hice eso de quererte. Como mal sigo haciendo eso de sobrevivir solo con tu recuerdo. Todo en exceso es malo, dicen.
Te pido perdón por los abrazos que no te di y por los que te di sin fuerza suficiente para retener tu olor en mi memoria.
Pido disculpas a las mujeres que menosprecié por la única razón de que no fueran tú. Ninguna será como tú, y si la hay que no aparezca.
Pido perdón a los aeropuertos, que han escuchado más reniegos de mi boca que cualquier gilipollas que se me cruzara por delante, ellos no te apartaban de mi. Y los aeropuertos solo escuchan, no pueden dejarte sin dientes. Aunque si lo piensas si que te rompen las costillas.
Disculpas a mi almohada por ahogarla algunas noches con cerveza y con lo que no era cerveza. A mis ideales, por ser tan pesado y querer que mueran conmigo. Aunque deseen irse con aquellos a los que otros dejaron abandonados por unas piernas más largas que las tuyas. Y, de paso, a los principios de aquellas personas que se olvidaron de si mismos por querer abrazar a alguien que los olvidaría cuando acabara la noche.
Disculpas a mi espejo, por ese reflejo.
Y a mi corazón, por haber tirado la llave después de cerrar cuando entraste y de haber perdido los números de las cerrajeras.


Disculpa por quererte. Disculpa por quererme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario