lunes, 12 de mayo de 2014

Incertidumbre

Aquello fue lo que les hizo quedarse el uno al lado del otro.
La incertidumbre de no saber qué puñetas pasaría el día que ella no sudase esas sábanas. La incertidumbre de no volver a conocer una piel que resbalara como resbalaba la suya por su espalda.
Provocaba nuevas miradas cada mañana, como si no se conociesen, como si cada día tuvieran la necesidad imperiosa de volver a enamorarse.
Como si no se conformasen con conocerse a fondo. Ellos querían olvidarse para recordar cada noche como quererse de verdad.
Sabían que la rutina les iba a hacer daño y que el tiempo nos acomoda en los brazos de alguien provocando que algún día las extremidades, y el corazón, flaqueen.

Y murieron abrazados.

Por la incertidumbre de no pisar el infierno juntos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario