viernes, 18 de septiembre de 2020

Carta a mi abuela

Hola abuela, ¿cómo te han recibido ahí arriba?

No veas lo contentos que estarán abuelo, Eduardo y mamá. 


Estoy seguro de que te echaban de menos, tanto como lo haremos nosotros a partir de ahora. 


Sé que, aun con tu memoria irreparable, esperaste a que todos nos pudiéramos despedir de ti. 


Como si esa fuera la última batalla que estabas dispuesta a librar.


Que todos tuviéramos la oportunidad de pedirte perdón y darte las gracias. 


Mira que superaste calamidades en la vida,  y yo no recuerdo escucharte una sola queja de lo dura que se estaba poniendo. 

Incluso en las despedidas, siempre abrías el paraguas y recordabas lo más importante de las personas que se marchaban; 


el amor que nos teníamos. 


Te marchaste como viviste:


Sin quejas, sin aspavientos. 


No te haces una idea de las enseñanzas que escondía tu vida,

ni de las que esconde tu partida.


Sobre todo en un momento como este.


Haremos lo que podamos aquí, abuela. 


Me tranquiliza saber que mamá no volverá a pasar frío allá arriba, 

que cogerás las estrellas y le harás una rebequita con el firmamento.


Descansa abuela, nosotros estaremos bien.


Te lo prometo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario