martes, 22 de marzo de 2022

Triaje

Llevo desde los doce años gestionando la tristeza, el dolor y los baches prácticamente solo.

Porque quiero, todo hay que decirlo.

Si hablo de las manos que me sujetan, seguro, muchos se preguntarían por qué decido abrazar la soledad cada vez que tengo ocasión.

En la soledad es donde encuentro, casi siempre, la paz que necesito cuando hay mucho ruido fuera. 

Y de un tiempo a esta parte hay demasiado ruido que no me deja avanzar, ni curar, ni nada.

Llevaba dos años aplacando el ruido, con lo que ello conllevaba y la situación que estaba viviendo todo el mundo. 

Me centré en eliminar el ruido exterior y explotó una bomba sónica dentro de mí. 

No sé si me explico. 

Por una parte me siento bien porque, a pesar de todo eso, sané algunas heridas. 

Pero hay otras que no sanan y nadie las puede suturar.

Salvo yo. 

Más que nada porque nunca he llevado demasiado bien que me toquen las heridas y que escueza. 

Mi triaje particular está en funcionamiento y,

sintiéndolo mucho,

hay accidentes a los que no estoy dispuesto a darles prioridad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario