miércoles, 31 de octubre de 2012

Fin del cuento

Es como tener el corazón demasiado blando, saber que no es para ti, que no eres para ella pero seguir atado a sus ojos. Comprender que es hora de cerrar un libro es dificil, es complicado sobre todo si el final no es de tu agrado.. Te quedas parado observando los créditos, buscando los protagonistas con la esperanza que al acabar haya alguna frase que deje abierta la puerta a una secuela... El/los guionistas de esta novela tuvieron un mal día cuando decidieron ponerte enfrente mía, se cebaron con los obstáculos y con los miedos de los protagonistas.. Y probablemente lo mejor sea que se cierre, que no hayan más historias que nos conciernan a los dos, que tú tengas tu película y yo mi libro, o al revés... Que ni tú seas la actriz secundaria de mi historia ni yo de la tuya. Y, sobre todo, que todos estos capítulos que tantos dolores de cabeza nos han provocado se hagan ceniza para no volver a tener la intriga de echar el ojo a ver si, por un casual, a uno de esos guionistas le da por escribir otro pedazo de este relato que está abocado al fracaso...
Por lo menos sé que los mejores párrafos de esta fábula no se escribieron con tinta...

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