viernes, 5 de octubre de 2012

Me dijeron una vez que las mejores personas nunca se iban y que siempre permanecerian al lado de uno.. La Iglesia intentó inculcarme eso del cielo y el infierno y de que ese tio llamado Dios quiere consigo a las mejores personas... Y yo llevo 9 años preguntándome si ese tio es más importante que yo para decidir donde deberia de haber seguido mi madre y cuestionándome las incoherencias del destino de uno si se porta bien o mal y de la fecha del viaje. Siento decirle a la Iglesia y a Dios que ni unos ni el otro, seguro, han tenido la suerte de compartir la presencia de Melita. Nunca nos ha abandonado, ni a mi, ni a mi hermano. Ella misma me ha demostrado que no hay Dios que borre el amor de madre incluso habiendo partido antes de tiempo y que no hay secta que te haga creer que los mejores se van al cielo; los mejores se quedan, aqui, en sus casas.. Debajo de la piel de aquellos que los recuerdan día a día, de los que heredan sus ojos, su carácter y su sonrisa.. En la enfermedad de aquellos que olvidan todo excepto las vidas que han criado.. En la vida triste de aquellos que intentan reemplazarlos.. En la estúpida resignación de aquellos que intentan sustituirlos.. 

Te quiero, má.



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