sábado, 22 de noviembre de 2014

Contratos

Me hablaste de contratos de
permanencia,
que sellan con un beso,
y se te olvidó el detalle,
de que mi vida tiene vacíos legales.

Como el de tu escote cuando te asomas buscándome.

Como el del final de tu espalda
que invita a cometer delitos
y que nos condenen a muerte.

¡Y qué muerte!

Si dejo de respirar cerca de tu trasero...

Me hablaste de contratos,
que se firman con sangre,
esa que sale del pecho
cuando unos besos no llegan.

Te hablé de las cláusulas
y de las mil formas para validarlas.
Como recorrer a besos desde tu cuello
al sur de tu ombligo
y permanecer ahí hasta que tus manos
vengan a rescatarme.


Me viniste con cuentos vitalicios,
como los de las princesas,
que buscan príncipes que nunca llegan.

Y es que,
hace tiempo corazón,
que mi color azul se esfumó.





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