por
mucho
que
te
empeñes.
Que vas a tener que frenar
poner los pies en el suelo y respirar.
Depurarte.
Soltar lastre.
Que las emociones son como plomos que nos atamos a los tobillos
y al corazón.
No vas a poder impulsarte cuando debas volar
no vas a poder amar
no vas a poder luchar
porque te va a costar reaccionar, como si una soga atada a tu cintura te retuviese anclada en el subsuelo.
No tienes que estar a la altura de quien espera de ti algo que tú no estás dispuesto a dar,
no tienes que someterte a ninguna moral que no sea la tuya
no puedes arreglar los descosidos de los demás antes de arreglar los tuyos.
Y ya te adelanto que muchos no querrán cerrar sus grietas.
Depúrate.
La vida ya te ha mandado señales de que no eres invencible,
por
mucho
que
te
empeñes.
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