lunes, 13 de diciembre de 2010

No es el final

Cuando desistas, cuando dejes de tener fe, de creer, porque todo sale mal y pienses que no hay vuelta atrás, que todo ha acabado, párate.
Suspira, relájate y cierra los ojos.
Ahora, ábrelos.
Gira tu rostro. 
¡Ey!
Sí, mira a tu lado. 
Es mi mano. 
Estás equivocado si en algún momento has pensado que voy a dejarte caer.
No será fácil pero, ¿te digo algo? Mejor.
No hace falta que esté cerca para que me notes a tu vera. 
Eres grande y abarcas mucho más de lo que tú puedes llegar a imaginar. Así que es fácil permanecer cerca de ti.
Nos quedan muchas patadas que darle al destino, y habrá épocas en las que decidamos luchar por nuestra cuenta, creyéndonos capaces de todo.
Mas no te olvides que sigo ahí, escondido tras la rendija velando por tus sueños y tus metas.

Hoy, aunque no veas salida, aunque todo se esté torciendo y te invada el pesimismo, no es el final. 

Hoy no.

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