sábado, 25 de mayo de 2013

Campeón

El más grande de los campeones también dobló la rodilla. También sufrió, tambien vió peligrar sus objetivos. Pero se convirtió en campeón por no dejar que los escollos acabaran con él. Se convirtió en campeón por no dejar que todas esas voces que le auguraban un futuro negro tuvieran razón. Se empecinó en callarles la boca, en ser grande. Conoció sus defectos incluso más que sus virtudes, erró más veces de las que acertó y supo recomponerse. Aprendió a no cometer los mismos errores para conseguir mejorar, aún más, sus virtudes.
Y por eso él está aquí y tú no. Por eso él sube a un podio y tú lo miras desde lejos. Él fue más grande que todas las losas que le tiraban y que los que le daban por loco.
Y tú... Tú sigues amparándote en que la vida está malita, en que es dificil conseguir lo que uno se propone porque no hay oportunidades. Tú sigues llorando en el sofá lo que tus manos no pueden conseguir en su espalda, sigues llorando en el sofá lo que tus besos no pueden conseguir en la cama. Sigues llorando en el sofá lo que tú corazón no puede conseguir fuera de esas cuatro paredes que te encierran preso de la desesperación. Sigues llorándo(la) en lugar de convertirte en el verdadero campeón que llevas dentro y demostrarle que ninguna manta podrá abrigarle más que tu pecho. Qué ninguna cadena podrá sujetarla cuando esté apunto de caer como lo harán tus brazos... Demuéstrale que ya fuiste suficiente tiempo el perdedor que debía de aprender como ganarle el pulso a sus faldas y que, hoy en dia, eres el campeón que le ganará su corazón...

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