martes, 9 de julio de 2013

Guerras

Ya sabes que en la guerra de los puedo y los quiero nunca me gusta tomar parte. Que en muchas batallas no quiero por poder y en otras tantas no puedo por querer(te) demasiado. No me gusta recargar mi escopeta de los ojalá ni ponerme el chaleco contra tus "ya se verá", no me gusta lanzarte granadas de promesas incumplidas que te amputen las alas impidiéndote volar cuando yo ya no sirva para sanarte las heridas que te provoca la metralla de mis estupideces.
No puedo proporcionarte abastecimiento eterno ni calor todas las noches mientras bombardean nuestro techo los miedos del que pasará. No puedo asegurarte un bunker ideal para protegerte de mi mal humor y de mi pánico a que me dejes en tierra cuando decidas abandonar este pais que es solo nuestro y que solo nosotros destrozamos a base de errores más parecidos a los drones militares que a simples tropiezos contra nuestras piedras preferidas que somos, de nuevo, nosotros mismos.
Y no puedo bajar la guardia ni cesar en el empeño de ganarle el pulso al tiempo y hacerte feliz antes que él, porque él tiene días, tiene meses, tiene años que pueden ganar muchas batallas, pero yo te tengo a ti. Tengo tu cintura, tu sonrisa y tus ojos color champagne que son la recompensa de la victoria. Porque todas esas contiendas las gano yo cada noche junto a ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario