miércoles, 16 de marzo de 2016

Después de ti

Después de tu condena emocional,
de esa prisión sin barrotes que era tener tu olor en cada baldosa de casa,
en cada centímetro cuadrado de las sábanas
y esos mechones que se desprendían entre los cojines del sofá.

Después de mi exilio sentimental,
de huir de camas ajenas,
de repudiar cualquier piel que no fuera la tuya,
de faldas que nunca llegué a subir
y sujetadores que no supe desabrochar.

Después de todo esto llega mi recuperación moral.

Mi ego restaurado, aunque pequeñito. Ínfimo.

Pero me sirve, me da, me sustenta para vivir.

Ni músculos, ni sonrisa de anuncio. Y mi altura deja mucho que desear.

Después de nuestra tercera guerra mundial ya no nos quedó planeta.

No nos quedó mar,
ni montañas en las que recostarnos mientras anochecía.

Y quiero darte las gracias, 'amor'.

Por torpedear toda mi ciudad,
por resquebrajar los cimientos de mi vida.

Por ayudarme a descubrir un puto universo lejos de ti.

Ahora el aire no contamina, es puro.

Y la estrella que más brilla abraza estuosa todo mi alrededor.

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